Conforme he ido explicando en la #escueladefamilias, #laspantallas pueden interferir en el desarrollo normal de funciones como la atención, la concentración o el autocontrol y que la mayoría de los expertos desaconsejan su uso, especialmente durante los primeros años de vida. Otro aspecto que preocupa a muchos expertos respecto al uso de tablets y móviles en niños pequeños es que hay distintos estudios que demuestran que pueden ser adictivos. La adicción a las pantallas está siendo considerada una enfermedad de salud mental por su alta incidencia en los últimos años en las consultas. Se considera una adicción sin drogas, pero con consecuencias parecidas a la adición a sustancias. Ansiedad, irritabilidad, inquietud, pensamientos obsesivos, aislamiento social son algunas de las conductas habituales de un niño con adicción a las pantallas. El primer paso a seguir desde casa cuando los progenitores descubren que su hijo hace un uso desmesurado e inadecuado de las nuevas tecnologías es “alejarle del estímulo que genera la adicción, aunque no es fácil, porque hoy en día en el móvil o tableta tenemos mucha cantidad de información y es una herramienta para el estudio, el trabajo, las relaciones personales o el ocio.
Las claves para un uso correcto de las tecnologías por parte de niños y jóvenes son las que les presento en els siguiente infografia. Si tus hijos pequeños utilizan estos dispositivos es posible que hayas notado cómo demandan el teléfono a todas horas, se enfadan si no se los dejas o que pierden el control cuando pedimos que nos los devuelvan. No hay manera de explicar a un niño pequeño que está enganchado al dispositivo la necesidad de cortar o limitar su uso y que el niño lo acepte de buena gana sin rabietas ni enfados, por lo que el principal objectivo será hacerle la situación algo más llevadera.
Puede ver la ponencia completa aquí: https://www.youtube.com/watch?v=NF_eUJbloCY&t=3242s
1. Explicar al niño lo que va a suceder
Les sugiero no utilizar frases como “nunca jamás” o “no vas a volver a..” Simplemente podemos decir a nuestro hijo que vamos a utilizar menos el teléfono o que ya no va a poder jugar con el móvil.
2. Elegir un día propicio.
Normalmente los niños tienen por costumbre jugar más a los dispositivos cuando estamos en casa. Para ayudar al niño a desengancharse será muy provechoso aprovechar días en los que podamos salir a la calle o estar en entornos distintos, por lo que es mejor comenzar a desenganchar al niño en una semana soleada en la que vamos a poder salir a la calle, en lugar de una semana lluviosa en la que lógicamente podemos pasar más horas metidos en casa.
3. Evitar el contexto
Ya que el entorno más habitual suele ser nuestra propia casa, es conveniente que en los días que hemos elegido para que el niño juegue menos con los dispositivos salgamos a la calle, estemos en casa de la abuela o incluso hagamos alguna excursión al campo. Si el niño está muy acostumbrado a comer o cenar en la cocina mirando el teléfono podemos trasladar la cena al salón porque así el niño aceptará mejor la falta de telefono.
4. Evitar el estímulo
Al niño le va a resultar mucho más fácil estar tranquilo sin poner sus manos sobre una tablet o teléfono móvil si no lo ve. Es algo de sentido común, aunque algunos padres no lo tienen en cuenta. Así que durante unos días, lo más sensato puede ser no tener los móviles, tablets o consolas a la vista.
5. Solidaridad
Una de las razones por las que a muchos niños les cuesta desengancharse de los dispositivos suele ser que ven a sus padres utilizarlos.
6. Ofrecer alternativas incompatibles
Los ratos que el niño esté en casa y los momentos en los que el niño suele jugar con el dispositivo pueden ser los más complicados. En estos momentos algo que puede ayudar al niño es hacer cosas que son totalmente incompatibles con jugar al dispositivo.
Cualquier actividad que tenga sus manos ocupadas, como dibujar, hacer plastilina o montar a caballito sobre los lomos de papá o mamá ayudarán. También cualquier actividad que sea difícil realizar mientras miras el móvil como pasear, subirse a un árbol o montar en su triciclo. Todas estas actividades “incompatibles” con el uso del teléfono ayudarán que sus ganas de jugar con el móvil simplemente no ocupen su cabeza.
Si el contexto es la hora de la cena, podemos reemplazar el teléfono por juegos como el veo, veo, o cantar canciones. También podemos leerle un cuento, porque aunque en el fondo también estamos jugando a la distracción… la transición será más llevadera y los libros resultan más beneficiosos para los niños porque ayudan a enriquecer el vocabulario y la capacidad de lectoescritura.
7. El niño debe buscar alternativas por sí mismo
El niño echará de menos los dispositivos en los ratos que se sienta aburrido. Es bueno que en estos momentos le podamos ofrecer alternativas y ayudarle a imaginar y pensar cómo se puede entretener por sí mismo en esos momentos en los que se siente aburrido. Le podemos preguntar si prefiere dibujar o hacer un lego, si quiere que le leamos un cuento o jugar con sus dinosaurios favoritos o pedirle que decida si quiere ponerse un disfraz o hacer una cabaña.
8. Reforzar los tiempos libres del móvil.
Pocas cosas pueden ayudar tanto a un niño enganchado a las pantallas a sentirse bien y fortalecer su confianza como el afecto y juego de sus padres. Reconocer el tiempo libre de dispositivo con cariño y momentos de calidad madre-hijo o padre-hijo harán que el niño asocie los ratos sin móvil y sin tablet con momentos de máximo disfrute y ayudará a que se olvide antes de su “enganche” a las nuevas tecnologías.
9. No castigar
El niño, sobre todo si tiene entre 2 y 4 años, puede experimentar momentos muy frustrantes si está acostumbrado a jugar con el dispositivo a todas horas y de la noche a la mañana se encuentra que no tiene acceso al móvil con la misma frecuencia de antes. Es totalmente natural y normal. El niño se enfadará se frustrará y tendrá rabietas. Saber manejar todas estas situaciones de forma positiva, sin gritos o enfados puede ayudarlo mucho y haceros a todos el proceso mucho más fácil.
10. Firmeza, amor y paciencia
Todos los niños pueden superar ese enganche y vivir y crecer felices sin utilizar el móvil o tablet de sus padres a todas horas. Ya tendrán edad para utilizar el móvil con responsabilidad. Para conseguirlo es tan importante saber poner límites, normas claras y mantenerse firme, como darle grandes dosis de amor, cariño y tiempo de calidad. Actuar con comprensión, cariño y paciencia ayudará a que el niño vaya interiorizando las nuevas normas y se sienta satisfecho y tranquilo gracias a vuestro apoyo.