El tiempo ha pasado demasiado rápido. Parece que fue ayer cuándo vuestros hijos llegaban al colegio, a Educación Infantil y lloraban los primeros días porque no querían separarse de ustedes. En un abrir y cerrar de ojos se “graduaron en Educación Infantil” y pasaron a Primaria. Y ahora después de nueve años, dejan el colegio para pasar a Secundaria. La infancia de vuestros hijos ha volado. En nuestra cultura occidental hemos eliminado todos los “ritos de iniciación”, esos que marcan el comienzo de nuevas etapas vitales. Creo que el único rito de iniciación por el que pasa toda la población es por el paso a Secundaria que marca… el final de la infancia. Cuando vuestros hijos pasan al instituto ni ellos quieren que los consideréis niños, ni vosotros los consideráis ya como tales. En las familias surgen miedos y preocupaciones con esta nueva etapa. En esta entrada voy a comentar algunos de los miedos del paso a Secundaria más comunes que soléis comentar que han escrito otros compañeros de profesión y en azul voy a indicarles posibles soluciones:

1º. ¿Se adaptará?

El primero se refiere a si vuestro hijo o hija se adaptará a la nueva etapa e instituto. Ese instinto de protección (de sobreprotección en muchos casos) se deja escapar. ¿Sabrá manejarse en la nueva etapa, con los nuevos profesores, con el cambio de horario, en la nuevas instalaciones?

Resulta muy interesante hablar de ello de manera no forzada para compartir entre todos los miembros de la familia los problemas que se prevén y que simplemente pueden ser irracionales o debidos a ideas sobrevenidas por comentarios de situaciones que nunca son la norma.

2º. Que se deje llevar por los compañeros

Otro de los miedos del paso a Secundaria es se deje llevar por los compañeros, siempre en mala dirección. Es una amenaza real que puede suceder, porque los preadolescentes son gregarios y los chicos no suelen tener la suficiente asertividad ni el suficiente criterio para saber decir ¡No!

En otras entradas de esta página se han desarrollado aspectos de autoestima y asertividad para hacer frente a la presión de grupo (o en este otro enlace) y que además personalmente trabajo en IES con cada grupo aula en educación secundaria.

3º. Que no supere los estudios

Para otros, el miedo se refiere a los estudios. Temen que la etapa de Secundaria se convierta en un puerto de categoría especial que sus hijos no conseguirán coronar, sobre todo cuando la etapa de Primaria no se ha llevado a cabo con las suficientes garantías. El miedo a que el fracaso en los estudios se haga realidad en este momento de sus vidas.

Suele tener relación con proyecciones formativas o ideas erróneas sobre la capacidad de nuestros hijos. En cualquier caso vuestra implicación en el proceso en un aval de optimizar el rendimiento escolar en esta nueva etapa.

4º. Que sea víctima de otros chicos

Uno de los miedos del paso a Secundaria más potente es el miedo que experimentáis a que vuestro hijo o hija sea víctima de otros chicos. Víctima de acoso, de extorsión… en Secundaria convivirán niños de 12 años, con chicos de 18 años o más.

Los procesos de acosos o malos tratos cada vez están siendo mejor discriminados y evaluados lo cual permite una rápida intervención caso de que sucediera pero no es en absoluto un proceso habitual. Es más, durante el proceso formativo de sus hijos en educación primaria en cada uno de los centros he estado trabajando aspectos preventivos de este tema desde la inteligencia emocional y la neuropsicología que permiten establecer un vínculo adecuado para la prevención en un nivel de IES.

5º. Que los profesores no lo entiendan

Hay una leyenda urbana sobre la etapa de Secundaria: los profesores en los institutos, llegan, dan su clase y se van… y el que quiera enterarse que preste atención y el que no se aguanta. Consideran que sus hijos han estado muy bien atendidos en Primaria, supervisados en todo momento, animados y apoyados por el profesorado y temen que en la nueva etapa, pasen al abandono total por parte de los educadores.

La coordinación y participación de la familia con cada tutor es un proceso imprescndible para el desarrollo. No hacerlo es perjudicial tanto para el proceso como para el menor pero también para los padres.

6º. Que no podáis ayudarle

Para otros padres, el temor se basa en la dificultad para poder continuar ayudándole en los estudios, por el hecho de no dominar ya los contenidos de la nueva etapa. Hasta ahora, con más o menos fortuna, les habéis ayudado en los deberes, en los trabajos, pero los contenidos de la nueva etapa, teméis que sean demasiado difíciles… para vosotros como padres.

Respecto a las tres últimas dificultades planteadas se suelen solventar con información adecuada (por ejemplo es uno de los objetivos de este blog) y tener una presencia y apoyo suficiente con nuestros hijos. La ayuda más necesitada es el de una presencia no fiscalizadora y si apoyadora en la comunicación diaria.

7º. Que os engañe

Las familias teméis que vuestro hijo os engañe en la nueva etapa; es otro de los miedos del paso a Secundaria. Que comience a mentiros, que perdáis el control de lo que hace… y de con quién lo hace. El miedo a vivir desinformados sobre vuestro hijo o hija.

Si no es un hábito ni una variable de su personalidad el de mentir no necesariamente va a cambiarlo. Si es así será necesario ayudarle por medio de comunicación adecuada y sin culpabilizaciones a describir que las mentiras nos hacen daño a nosotros y a la relación de confianza que es necesaria en familia.

8º. Sus dificultades

Por último, los padres con hijos con necesidades especiales tenéis un temor añadido: que las dificultades de vuestro hijo o hija no sean tenidas en cuenta, no sepan tratarlo convenientemente, que deje de estar atendido… y quede en el olvido.

Las dificultades requieren de una coordinación y comunicación con el centro escolar.

Al margen de que sean fundados o no, estos son los miedos del paso a Secundaria que los padres soléis comentar al terminar la etapa de Primaria. Es posible que haya algunos más, por eso os animo ahora a que comentéis otros temores que tenéis y sobre todo, a que comentéis cómo afrontáis, como padres esta nueva etapa.